viernes, 28 de marzo de 2014

CREATIVIDAD Y COMUNICACIÓN
ENTREVISTA BY GONZALO FARGAS

Editor, 90+10 Design Magazine, Argentina

El diseño gráfico en Latinoamérica comienza a desarrollarse como profesión recién a mediados del siglo XX, gracias al trabajo y al talento de distintas personalidades del diseño, quienes ayudaron a forjar esta profesión que es la comunicación visual, hoy tan importante y global para la sociedad. En las siguientes décadas, la profesión fue tomando mayor importancia a partir de la instalación en la región de las grandes agencias internacionales de publicidad. Muchos de los grandes diseñadores gráficos contemporáneos dieron sus primeros pasos en la profesión dentro de una agencia de publicidad, y algunos de sus protagonistas continúan aun formando parte del panorama actual del diseño.

El diseño gráfico en su joven historia latinoamericana fue pasando por distintos momentos, siempre de acuerdo al vaivén de lo social y económico de la región. Una región que nunca se ha quedado quieta, ni social, ni política, ni económicamente hablando; y un lugar en donde históricamente se han confortado y mezclado diferentes culturas. Fue el diseño gráfico, muchas veces, el encargado de funcionar como un espejo de la cultura y de lo que sucedía en la sociedad. Y muchas veces también, por esta naturaleza comunicacional, sufrió el maltrato de quienes la consideraron una profesión peligrosa. Hoy, el diseño ha logrado tomar un lugar protagónico en la sociedad, siendo vital para el desarrollo cultural, económico y social.

Una prueba de este crecimiento es la gran cantidad de universidades que dictan la carrera y los miles de estudiantes que se reciben cada año.




REVOLUCIÓN VISUAL

INTRODUCCIÓN BY XAVIER BERMÚDEZ
Director of the International Biennal of the Poster in México


Nunca antes en la historia del diseño se habia tenido una iniciativa de tal envergadura para nuestros paises de latinoamérica como la que aquí se presenta por la simple y llana razón que la inspira: mostrar al mundo la ventana del continente de las pampas, llanuras y arrecifes, de las altas montañas y selvas, de los cóndores, ballenas y jaguares. Un redescubrimiento apasionado de nuestro lenguaje después de largos siglos.

Está claro que la intención, el orgullo, la dignidad y la elegancia son para nosotros las principales herencias que provienen de las más antiguas tradiciones de nuestros pueblos, y por qué no decirlo, de hombres y mujeres del mundo entero que han encontrado en nuestro espacio su casa y taller de generación de vida, seguramente inspirados por nuestro espacio su casa y taller de generación de vida, seguramente inspirados por nuestro interior abierto y amistoso y encontrando en nuestros  paisajes belleza extraordinaria que han alimentado sus corazones.

Lo que ustedes encontrarán en esta preciosa edición de diseño latinoamericano tiene que ver no sólo con el diseño entendido como una herramienta fundamental en la convivencia humana, sino también, tiene mucho que ver, con nuestros sentimientos que se expresan con la fuerza del espíritu convertida en imágenes, colores y alfabetos aprendidos.

Como en las frutas de latinoamérica, son los colores los que distinguen nuestros diseños. Hechos en México o Brasil, por chilenos o argentinos más allá de sus fronteras y por diseñadores que llegaron del exterior y maduraron latinoamericanos en Paraguay o Nicaragua. Diseños que saben a colores, huelen a letras de tierra fértil y se observan en el corazón. Nos recuerdan a los dulces de nuestros mercados populares, a licores y platillo regionales.

Mestizos y modernos, no copian sino proponen una nueva forma de comerce con los ojos nuestras realidades. Blancos como los mantas de nuestras sierras, son tan variados y sorprendentes sus lenguajes como nuestra diversidad y riqueza cultural.

En el continente de las mil mascaras, de cascadas de arcoiris, desvaneciendo sus colores han aparecido en la calles, escuelas o comercios producidos en imprentas de tipos móbiles, off-set o por medios digitales les conocemos de ojos rasgados, negros como los africanos y afroantillanos, como los cubanos, blancos con ojos azules y de colores bronces con olor a lana de llama y madera. Un cartel de contenido, con cultura, así es el diseño latinoamericano.
El diseño en nuestro continente latinoamerica, se ha desarrollado en la cultura popular, en actividades culturales y sociales, haciendo resonancia, dándole su forma visual de síntesis y modernidad.

Sin lugar a duda los salones de baile, el box y la lucha libre, nuestro cine, nuestra danza, música, teatro, el danzón, Willie Colón, nuestras luchas violetas parras, nuestra aspiraciones y oposiciones, dictaduras y ataduras han provocado un cartel de opinión en la que el autor participa no solo en la creación de un lenguaje sino en el discurso mismo.

Nuestros diseñadores no se quedan quietos, son inquietos, se mueven, van, vienen, producen para otras culturas, te persiguen, te seducen y terminas invitándolos a tu casa, a tu oficina, a tu vida, a tu memoria. Se parecen al papel de envolturas, al olor de peluquería y por qué no, a libros y estudiantes, movimientos denunciantes y problemas preocupantes.

El diseño de hoy, el latinoamericano de venezuela, colombia, ecuador o uruguayo, el andino, el centroamericano, el de nuestras extensas sabanas o el que por correo nos llega enviado por amigos latinoamericanos en el extranjero, aparecen en esta aventura colectiva de ventanas que nos atrapan en instantes memorables y que nos hablan de los bello del mestizaje, de lo bello de mezclar la sangre amorosa, los sentimientos, nuestras tristezas y aspiraciones, de respeto a la vida y a la creación como la máxima expresión del ser humano.



CULTURA LATINA
ENSAYO BY FELIPE TABORDA

Latinoamérica percibe hoy un cambio radical en la mirada externa hacia su cultura. Sin embargo, el orgullo y la afirmación de la propia identidad –Visual y literaria- ya fueron expresados muchas veces. Son buenos ejemplos la frase y la ilustración del artista uruguayo Joaquín Torres García (1874-1949), que creó, en 1935, la Escuela del Sur, en Montevideo:
“Nuestro norte es el sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro sur… Esta rectificación era necesaria y, por esto, ahora sabemos dónde estamos.”
Los orígenes de la palabra Latino y Amércia, que unidas definen esta región, son muy distintos. El nombre América aparece registrado por primera vez de 1507 del cartógrafo alemán Martin Waldseemüller explica que la palabra deriva de la forma latinizada del nombre propio, Americus Vespucius. El femenino, América, se adecua al género del resto de continentes. El bautismo tuvo lugar un año después de la muerte del navegador genovés Cristóbal Colón (Nacido Cristoforo Colombo), que desembarcó en el Nuevo Mundo en 1492, más exactamente en el actual El Salvador.

Tanto Colón como Vespucio servían al rey de España. Este viaje se considera como el del descubrimiento oficial del continente americano, aunque existan varias teorías que sugieren expediciones anteriores al continente, como  la de los vikingos y la de otros pueblos navegadores. Ya la palabra Latina tiene su origen en el latín, base de las dos lenguas hegemónicas de la región: el portugués y el español.

Latinoamérica no es una definición geopolítica, sino cultural. El concepto fue sugerido por primera vez por el chileno Francisco Bilbao en una conferencia celebrada en París en 1856, o propuesta en 1861 por el académico francés L.M. Tisserand en un artículo para la revista La Revue des Races Latines. Existen otras hipótesis, aunque menos consistentes. Aunque el francés sea también una lengua latina, los países francófonos del continente americano no forman parte de ese grupo. Latinoamérica está formada por veinte países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, que suman más de 550 millones de habitantes.

Uno de los grandes desafíos de Latinoamérica ha sido siempre identificarse. Tras siglos de colonización extractivista, esta región está formada étnicamente por la mezcla de varios pueblos (indígenas, africanos, europeos, árabes y asiáticos). Sin embargo, una aparente dificultad para aceptarse como latinoamericano se arrastró durante cientos de años y penetró profundamente en el alma. En la formación de su identidad, la región siempre pareció dividida entre Europa y Estados unidos: del primero heredó la base cultural y del segundo un modelo de independencia y éxito económico.

Con la aceleración de la globalización, muchas tradiciones y culturales, muchas tradiciones y culturas regionales se transformaron con el tiempo en atracciones para todo el mundo, como el tequila mexicano, la bossa nova brasileña, el tango argentino, el vino chileno y los incas peruanos.
Al analizar la producción cultural de Latinoamérica, se percibe que lo que se hizo (y se sigue haciendo), a partir del siglo XX, estuvo en sintonía con el mundo occidental: hoy un sincronismo de realizaciones. Existe, sin embargo, una falta de comunicación entre los países del área; se trata de una especie de barrera casi infranqueable entre las naciones de Latinoamérica, ya sea por las disputas políticas o los prejuicios, ya sea por la infraestructura o la distancia física. El desconocimiento mutuo perjudica el crecimiento individual y no hace casi nada para cambiar el status quo.

Muestra de ello es que casi todos los países recurren a las agencias de noticias internacionales para saber qué ocurre en tierras vecinas, por lo que las noticias no llegan con la visión local, sino deturpadas por la mirada externa.
También se enfrenta con la pervivencia de los eternos estereotipos latinoamericanos. Aunque todo estereotipo encierra cierta verdad, está lejos de representar el hecho por entero. La región intenta dejar de ser conocida sólo por los países de la banana, la samba, el tango, la salsa, las drogas, los dictadores, los mariachis y otras tantas noticias de carácter folclórico. Un buen ejemplo de ello fue la conferencia de los argentinos Víctor Boldrini y Gato Ficcardi (diseñadores gráficos especializados en rótulos y etiquetas para vinos) celebrada en 2007, en donde se discutieron los problemas de exportación a los que se enfrentaba la bebida argentina. Desde hace años trabajan para los principales viñedos de la ciudad de Mendoza, conocida por sus óptimos vinos y sus productos vinícolas, y conocen bien las dificultades de emplazamiento en el mercado mundial de los productos argentinos más nobles. “El consumidor de estas regiones se resiste aunque sea el mejor. Prefiere, por inercia, tradición o ignorancia, comprar un vino francés o italiano, aunque este tenga una calidad inferior y un precio más elevado que el argentino.”

La tradición de definir limitaciones existe desde la época de las colonias. Los países de Latinoamérica fueron descubiertos y colonizados por portugueses y españoles a partir de 1492, con incursiones de franceses y holandeses durante la Historia. Inicialmente, el desarrollo industrial fue precario en la región pues al imperio no le convenía la existencia de empresas o proyectos comerciales que compitiesen con los productos europeos. Lo mismo ocurría con la industria gráfica, que era privilegio de las coronas. Una de las fuerzas más eficientes en el mantenimiento del estado de poder fue siempre la prohibición del libre pensamiento. Desde la aparición del libro impreso, la Iglesia, los reyes y las reinas ejercieron una poderosa vigilancia sobre este medio de difusión de ideas.


 JOAQUÍN TORRES GARCÍA (1874-1949) creó en 1935, la Escuela del Sur, en Montevideo:


Obras:

 
“Nuestro norte es el sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro sur… Esta rectificación era necesaria y, por esto, ahora sabemos dónde estamos.”




En Venezuela, con los ingresos generados por la industria del petróleo, se realizaron  importantes inversiones en otras áreas, entre las que descuella la cultural.
En los años cincuenta, sesenta y setenta, el país era el tercer mayor exportador de petróleo del mundo. Las artes se beneficiaron de la situación y experimentaron un fuerte desarrollo con la fundación de museos e instituciones y la migración de artistas europeos. Este escenario influyó en el importante reconocimiento internacional del talento y la creatividad de artistas locales, como Jesús Soto y Gego. El tipógrafo americano Larry June, el italiano Nedo M.F. y el alemán Gerd Leufert constituyeron la base de la profesionalización del diseño gráfico en Venezuela, junto con los venezolanos Carlos Cruz-Díez, Mateo Manaure, Alirio Palacios, John Lange y Jesús Emilio Franco. Durante estas tres décadas, aparecieron publicaciones como Nosotros y El Farol, ambas patrocinadas por la Creole Petroleum Corporation, que rápidamente se convertirían en referencias continentales del bueno diseño.

El fenómeno venezolano sólo es comparable con lo ocurrido en México, Argentina y Brasil. El diseño gráfico se benefició de la creatividad y de la mejora económica del país. En 1964 se fundó el Instituto de Diseño Neumann, en Caracas, una de las primeras instituciones formales de enseñanza de diseño en América del Sur. Indudablemente, la estabilidad económica de la época, unida a los incentivos culturales, sirvió de cimiento para el desarrollo de nuevos y excelentes profesionales, como Álvaro Sotillo, Ibrahin Nebreda y Santiago Pol, hasta llegar a contemporáneos como Miguel Vásquez “Masa”. Sin embargo, a finales de los años noventa, el país entró en una situación política y social inestable, con constantes reveses para la libertad de expresión y cultural y los correspondientes reflejos en el desarrollo de los campos artístico y del diseño.

En Colombia, el gran impulso tuvo lugar en la primera mitad del siglo XX, cuando las revistas de tirada nacional como El Gráfico, Pan y Estampa determinaron un nuevo escenario al tratar de manera distinta la tipografía, el uso de los colores y la fotografía.
La aparición de agencias de publicidad también contribuyó al desarrollo de la profesión, que poco a poco iría encontrando su camino en la cultura local. A finales de los años sesenta, la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Jorge Tadeu Lozano de Bogotá y la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, empezaron a ofrecer cursos de diseño gráfico. Fue cuando surgió la primera generación de diseñadores gráficos locales, liderados por Dicken Castro – uno de los profesionales más importantes de este país y uno de los grandes nombres en Latinoamérica-, David Consuegra, Antonio Grass y, posteriormente, Marta Granados, con un trabajo enfocado en la creación de carteles. En abril de 2006, algunos profesionales de Bogotá fundaron la ADG local, Asociación de Diseñadores Gráficos de Colombia, con lo que se esperaba conseguir una mayor interacción entre los profesionales colombianos. También procede de Colombia otro evidente case del marketing latinoamericano de éxito mundial: la creación y divulgación internacional del personaje Juan Valdez, utilizado en la publicidad de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia desde 1959. Especialmente concebido por la agencia americana DDB (Doyle Dane Benbark) para promover el café puro colombiano y distinguirlo de las mezclas comúnmente consumidas, se consiguió que el café colombiano fuese considerado uno de los mejores del mundo.

Chile, colonizado por españoles y después receptor de varias oleadas de inmigrantes europeos, es hoy uno de los países con menos características indígenas de Latinoamérica. Impulsado por un crecimiento económico decisivo, debido principalmente a la exportación de nitrato (salitre) y de cobre, realizó, a partir de la década de los setenta, un esfuerzo para diversificar la economía, poniendo el énfasis en la agricultura, la producción de frutas, vinos y pescados (en los últimos años, Chile ha alcanzado a Noruega, el principal exportador mundial de salmón). En la actualidad el país está viviendo una situación de desarrollo económico y social que lo sitúa entre los más estables del mundo. Con una geografía peculiar,  situado entre el Océano Pacífico, al oeste, y la Cordillera de los Andes, al este, Chile también tiene su historia en el ámbito de las artes gráficas. El desarrollo de la imprenta se produjo tras independizarse de España, a principios del siglo XIX. Desde entonces el país recibió oleadas de inmigrantes franceses e ingleses, atraídos por la situación política favorable. En este contexto, empezó a definirse lo que se convertiría en la industria gráfica chilena, con la aparición de varios periódicos y revistas.

En 1843, se fundó la Universidad de Chile, tras cuyos pasos se inauguraron varias instituciones centradas en la promoción de carreras artísticas.
A finales del siglo XIX ya existían alrededor de doscientos establecimientos tipográficos en el país, y en la primera mitad del siglo XX se registró una explosión de revistas mensuales, entre las que descolló Zig-Zag. Como también existía la necesidad de difundir los productos chilenos entre la población (la promoción del salitre, por ejemplo), las políticas gubernamentales, las exposiciones y la celebración de las fiestas de la primavera, se intensificó la producción de carteles, lo que culminó con la realización de concursos en donde participaban un gran número de artistas.

Tras la segunda guerra mundial, dos grandes agencias de publicidad americanas se establecieron en Chile. La presencia de J. Walter Thompson y McCann Erickson constituyó una nueva etapa en el desarrollo de la publicidad chilena. Otro hito en la historia del diseño gráfico del país fue la visita de Josef Albers en 1953ª la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Pontifica Universidad Católica de Chile. Ex profesor de Bauhaus y, por entonces, titular de la cátedra de diseño en el Black Mountain de College de Carolina del Norte  de EE.UU., Albers impartió una serie de cursos de Diseño Básico, además de colaborar en un programa de estudios para la escuela de arte de la Universidad Católica, que empezó a funcionar en 1959. Poco después, el nacimiento de la televisión en Chile, que coincidió con el mundial de fútbol de 1962, fue un factor importante en la profesionalización del diseño local; por aquel entonces aparecieron los primeros profesionales de relieve, como Vicente Larrea, José Messina, Álex Gonzales y Mario Fonseca. Tras un largo periodo de turbulencia política, con una dictadura militar que se extendió de 1973 a 1990, Chile vive actualmente tiempos de gran desarrollo, con la profesionalización del diseño gráfico desde la enseñanza en universidades e instituciones de todo el país hasta las asociaciones de diseñadores que realizan muestras regulares de la producción nacional, por no hablar de la publicación anual de catálogos en donde se recogen los mejores trabajos del país.

En Argentina, uno de los países más desarrollados de Latinoamérica, tanto cultural como económicamente, la tradición del bueno diseño arrancó en los años cuarenta.
Esta potencia económica, debido principalmente a la producción y suministro de trigo y carne al mundo durante las dos grandes guerras mundiales, experimentó un desarrollo sorprendente con una prosperidad que duró hasta mediados de los años ochenta. Buenos Aires, la capital, una de las ciudades más cosmopolitas de toda Latinoamérica, es conocida popularmente por la “París Latina”. La efervescencia cultural de la ciudad, unida a una profunda tradición política del pueblo argentino, transformó al país en un referente de la región.

En el campo del diseño, las producciones realizadas hasta mediados de los años cuarenta se llamaban arte publicitario o ilustración y solían ser encargos para las revistas y publicaciones de la época, principalmente Arturo. Para muchos historiadores locales, en el año 1948 marcó el inicio de la práctica profesional del diseño gráfico en argentina, tal como lo entendemos hoy en día. Además de ser el año de la fundación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, apareció la revista de arte Ciclo, dirigida artísticamente por Tomás Maldonado, uno de los pioneros del diseño en el país. Las experimentaciones graficas que propuso, con el uso de nuevas tipografías dibujadas por László Moholy-Nogy y Herbert Bayer, ambos de la Bauhaus, determinaron un nuevo camino editorial. Este año fue también el de la exposición Nuevas Realidades, donde se mostraron trabajos de diseño de producto de algunos creadores españoles y de estudios italianos. En 1950, Maldonado, Alfredo Hilto y Enio Iomi, también precursores del diseño, realizaron una exposición colectiva en el Instituto de Arte Moderno y presentaron una visión completamente contemporánea para la época, tanto por lo que se refiere al concepto de la muestra, como a la creación del catálogo. Con la participación de otros compañeros, fundaron la revista Nueva Visión, dedicada a la cultura visual. Entre 1951 y 1957esta revista fue el principal órgano de difusión del arte concreto, de la nueva arquitectura y del diseño, además de contar con colaboradores frecuentes de Max Bill y de otros artistas europeos que compartían las mismas ideas revolucionarias. En 1954 Tomás Maldonado, Alfredo Hlito y Carlos Méndez Mosquera fundaron Axis, la primera agencia de diseño de Argentina.
A principios de los años sesenta hubo un cambio generalizado en la percepción del diseño gráfico del país, desde un punto de vista formal y también conceptual.  



La Influencia mundial de la cultura pop determinó el abandono de una estética basada en la simplicidad visual por una nueva expresión.
En 1963 se produjo un acontecimiento editorial: el lanzamiento de la revista de arte Summa,fundada por Mosquera. La profusión de las agencias de publicidad que aparecieron en Buenos Aires creó una nueva generación de profesionales, como Juan Carlos Distéfano, Guillermo Gonzales Ruiz, Rubén Fontana, Ronald Shakespear y Eduardo Canovas. La fuerza de grupos empresariales como el Di Tella marcó la profesión en Argentina. Este grupo poseía, entre otras cosas, la agecia de publicidad Agens, responsable de la contratación de diversos diseñadores, además del Instituto Di Tella, con un departamento gráfico dirigido por Juan Carlos Distéfano.




Carlos A, Mendez Mosquera
Fundador de la revista Summa

Al final de la década muchos diseñadores argentinos emigraron a Barcelona, como Carlos Rolando, América Sánchez y Mario Eskenazl quienes, sin lugar a dudas, ejercieron una gran influencia en el diseño gráfico catalán de los años setenta y ochenta. La contratación de 1971 de Ronald Shakespear y Guillermo Gonzáles Ruiz para dirigir al equipo que realizaría el Plan Visual de la Ciudad de Buenos Aires, que incluía todo el sistema de señalización urbana, demostró ser una experiencia de gran importancia social. Gracias a la excelencia creativa unida a la simple ejecución industrial, el proyecto se extendió a todas las ciudades del país y sigue estando vigente hoy en día. Una de las piezas más emblemáticas es la placa con la mano que identifica la parada de taxis.

Otro acontecimiento relevante fue la organización mundial de fútbol de 1978.
Con la dirección de Gui Bonsiepe, las piezas gráficas realizadas para el evento hicieron época.

Durante los años sesenta, setenta y ochenta, los acontecimientos políticos en Argentina, como ocurriría en otros países de Latinoamérica, fueron determinantes en los cambios sociales futuros. El populismo del presidente Juan Carlos Perón y de sus sucesores, así como los años de la dictadura militar, mermaron el vigor creativo que caracterizaba el país. Argentina hubo de esperar hasta finales de los años ochenta, con la vuelta de la democracia y el resurgir de la industria,para reencontrar el cauce perdido. La revista TipoGráfica, lanzada  en 1987 y dirigida por Rubén Fontana, fue uno de los principales vehículos de ideas, debates y tendencias en el campo de diseño y la creatividad hasta el 2007. Otro proyecto de gran importancia social fue la señalización del subte(abreviatura de la palabra subterráneo), la red de metro banaerense, desarrollado en 1995 y 2007 bajo la dirección de Lorenzo y Juan Shakespear(Diseño Shakespear). En estos últimos años, con el crecimiento económico en Argentina, es posible encontrar excelentes diseñadores  y estudios, además de un gran número  de escuelas  de diseño en todo el país, lo que culminó con la elección de Buenos Aires como la Ciudad del Diseño en el año 2006, por la Unesco.

Brasil es el país con mayor extensión territorial de Latinoamérica: mas de 8 millones de kilómetros cuadrados de área.

La presencia de africanos, llevados como esclavos tras la colonización, de indígenas nativos y de portugueses contribuyó sobremanera al desarrollo de la cultura brasileña. Además de la herencia del idioma – el único no español de toda la región -, Brasil heredó de los portugueses el mestizaje, característica definitoria de los colonizadores. A diferencia de los españoles, los portugueses interaccionaron mucho más con los africanos en indígenas. Este es uno de los factores responsables de la gran mezcla que forma el pueblo y su cultura.
Con el tiempo, miles y miles de europeos se establecieron el país aportando nuevas contribuciones: genéticas, culturales o linguísticas. Otro hecho destacado es que la primera gran emigración japonesa del mundo fue a Brasil, en 1908.
La industria gráfica brasileña nació alrededor del año 1808, con la llegada a Brasil de la Familia real portuguesa. Portugal fue uno de los pocos países de Europa en no sucumbir al dominio de Napoleón. La corona portuguesa adoptó una acertada desición estratégica al irse a Brasil llevándose consigo toda la riqueza del reino. Los franceses no encotraron nada al entrar a Portugal. En Brasil empezó un nuevo periodo de prosperidad, con la llegada de Instituciones financieras, del Tesoro Nacional, de bibliotecas, de escuelas de bellas artes y de la imprenta. En 1822 Brasil declaró su Independencia respecto a Portugal y se convirtió en Imperio hasta 1899, cuando se proclamó la república.
País eminentemente agrícola, las primeras grandes industrias surgieron a partir de los años cincuenta, con la llegada de las fábricas de coches. Sin embargo, ya desde la idenpendencia de los brasileños publicaban una abundante variedad de revistas y periódicos, tanto de corte político como satírico. Con la implementación de la Industria en la década de los cincuenta, hubo un proceso de cosmopolitización de la vida cultural, impulsado por el espíritu de renovación nacido de la construcción e inauguración(en 1960)  de la nueva capital, la ciudad de Brasilia,un hito arquitectónico mundial fruto del proyecto de Lucio Costa y Oscar Niemeyer, Brasil vivió un momento de absoluta efervescencia creativa. Además de la arquitectura de la época, en el ámbito de la música surgió la Bossa Nova, de ritmo innovador, un movimiento liderado por el talento de João Gilberto, Anotnio Carlos Jobim, Carlos Lyra y Roberto Menescal. El cinema Novo, cuyo principal exponente fue Glauber Rocha, director de clásicos com Deus e o Diabo na Terra Sol,  y las artes pláticas, con la Bienal de São Paulo, son testimonios de la fertilidad cultural brasileña. Para el diseño también fue un periodo único: se incorporó el curso de diseño industrial en la oferta académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo, y en 1963 se inauguró en Río de Janeiro la ESDI (Escuela Superior de Diseño Industrial), la primera escuela de diseño en Brasil. Grandes empresas brasileñas contrataron los servicios profesionales de diseñadores como Aloisio Magalhães, Alexander Wallner y Rubén Martins, entre otros pioneros de la profesión en el país.
La publicidad realizada en Brasil empezó a conocerse mundialemente, a ganar los principales premios en los festivales internacionales más importantes y a consolidarse como  una de las más expresivas del planeta. Comúnmente los historiadores suelen definir este periodo como “el milagro brasileño”. Con el golpe militar de 1964 el país vivió un largo periodo de  represión y dictadura; paradógicamente fue un momento especial en las artes, como contrapunto a la sombría situación política que vivía el país. También en la década de los sesenta, Brasil fue espectador del nacimiento de la Rede Globo de Televisão, líder nacional de la audiencia hasta hoy, un hecho sin precedentes en el ámbito internacional. Con una programación variada y un absoluto rigor técnico, además de hacer hincapié en la calidad del diseño gráfico y la animación(dirigido principalmente por el diseñador austriaco Hans Donner), la Rede Globo se estableció rápidamente como una de las emisoras más fuertes e influyentes del mundo.

Otro nombre destacado del periodo fue la directora de arte brasileña Bea Feitler. Formada en la Parsons School of Design en Nueva York, regresó por poco tiempo a Brasil, pero en seguida se establecería en EE.UU. convirtiéndose en una de las más influyentes diseñadoras de la época.


Bea Feitler
Diseñadora

Feitler fue responsable de proyectos editoriales para las revistas Harper´s Bazaar, Vanity Fair, Ms, Self, Rolling Stone y de otros proyectos de libros y portadas de discos, Black and Blue, de los Rolling Stones y Bush Doctor, de Peter Tosh, son buenos ejemplos. Nacida en Río de Janeiro en 1938, Bea murió prematuramente de cáncer en 1982, en Nueva York. Tras su muerte el Art Directors Club neoyorquino instituyó un premio anual en su honor.

En la época de los ochenta, con el gradual debilitamiento y la desaparición de la dictadura militar, el país vivió un nuevo periodo de optimismo y democracia. La música resurgió con una nueva generación de compositores y grupos de rock, lo que influyó definitivamente en el rumbo de las artes gráficas y visuales del país. Aparecieron nuevas publicaciones y el dieño ganó fuerza y presencia, con cursos en las universidades de la mayoría de las ciudades brasileñas.

Desde 1983 se publica la revista Gráfica,  referencia nacional dirigida y editada por Oswaldo Miranda. Nacieron las primeras asociaciones profesionales, así como varias exposiciones y concursos regulares de diseño.

La llegada del ordenador determinó un nuevo patrón profesional desde finales de los siglos ochenta. Hoy en día en toda Latinoamérica se está asistiendo a una proliferación de estudios y de diseñadores gráficos, que incorporan a sus actividades otras áreas, como internet, video, ilustración y moda. Los medios digitales han expandido las fronteras de lo que antes se conocía como diseño gráfico. El profesional del siglo XXI está conectado a varias formas de comunicación y traspasa permanentemente las fronteras de lo que antes había definido la profesión.
El constante crecimiento del acceso a la información ha forjado un profesional mucho más versátil, multimedia, cuya principal característica es la diversidad que lo rodea. A pesar  de estar formada por varios países con carácterísticas sólidas y distintas, Latinoamérica presenta actualmetne una identidad cultural única en el mundo. La dinámica de su cratividad y cultura certifica la vivacidad de la región. Sus productos , idiomas, música y pueblo componen uno de los principales y más ricos polos de identidad cultural del mundo contemporáneo.



Historia del Diseño Latino Americano  en Argentina





La historia de la publicidad gráfica nacional tiene su auge en el 1900, cuando Argentina determina su aspiración por integrarse al conjunto de naciones modernas y sofisticadas de Europa. Sin embargo, el medio gráfico tiene sus comienzos a principios del siglo XIX, con la Revolución de Mayo.

la Revolución de Mayo.


Mariano Moreno fundó la nueva Gaceta de Buenos Aires (existía desde 1764, estaba escrita a mano y reproducida con técnicas primitivas).Argentina organiza la primer Exposición Universal de Carteles Comerciales en el año 1900, allí Manuel Malagrida tuvo un gran éxito con los anuncios para la marca París (Cigarrillos París). En estos primeros años del sXX, la publicidad se organizaba generalmente a través de las sucursales de grandes agencias norteamericanas, el resto lo hacía mediante diseñadores independientes. En 1901 Severo Vaccaro funda una agencia de publicidad bautizada con su nombre, a la cual le siguen: Cosmos, Aymará, Albatros y Exitus.

Temas y contenidos de la antigua propaganda

La revisión actual de un "anuncio" de principios de siglo puede deparar ¡a sorpresa de su actualidad estética; a esto contribuye el actúa! retorno a la antigua gráfica "Art Nouveau". Pero el cotejo de un número amplio de avisos de entonces y de ahora mostraría diferencias mucho más importantes que esos parecidos. Hay un rasgo, en los avisos de principios de siglo, que llama jocosamente la atención sin que se aprecie su importancia conceptual.





                           
El aspecto formal: los pasos de una adecuación
Intercalados con los habituales "reclamos" que apenas ilustraban sus comunicaciones con la imagen de un envase o de una figura humana que simbolizaba al usuario ideal del producto, comienzan a publicarse, ya entrado el siglo, avisos en los que el cuidado y la imaginación gráfica se convierten en el principal motivo de atracción de la pieza. Representan el impacto, algo tardío, de la corriente artística y artesanal del Art-Nouveau.
El Art-Nouveau se expresaba en el diseño gráfico, en la arquitectura y en distintas "artes aplicadas" a través de sus característicos rasgos formales: guardas con líneas en forma de látigo, referencias abstractas a formas vegetales, representaciones exóticas o místicas, organizaciones formales complejas y asimétricas, utilización general de colores planos y tonos suaves.
Por primera vez, las comunicaciones publicitarias eligen así una vía de acercamiento al gusto del público que no se relaciona, en absoluto, con los temas específicos de cada mensaje.
Los avisos empiezan a revestirse de volutas y elementos gráficos que confieren al producto promovido un tono de modernidad y refinamiento cabalmente "postizo", preanunciándose la variedad infinita de recursos retóricos a que apelaría, después, la comunicación masiva comercial. Pero debe advertirse que, tanto en aquel como en otros períodos publicitarios anteriores al que vivimos, la ornamentación gráfica y tipográfica responde a gustos generales de un público determinado, sino de adecuar cada comunicación a los cánones de perfección vigentes para el público culto. Las ornamentaciones recargadas del Art Nouveau dejan paso, en la segunda mitad de los años 20, a las figuras rectilíneas y las variaciones geométricas del Art Déco.
El carácter más simétrico y elementalizador de esta moda visual determinó la aparición de mensajes gráficos sumamente vigorosos, y de comercialización masiva. Muchos de los avisos de diarios y revistas de los años 30 se convierten así en verdaderas reproducciones de "afiches" callejeros, con su misma búsqueda de elementalidad visual y de síntesis y su mismo esquematismo de texto. Comenzarán a popularizarse imágenes estereotipadas de los consumidores de determinados productos o símbolos comerciales muy concretos y de gran impacto visual.
Acá también, la uniformidad de la publicidad impresa se debió a la imposición generalizada de una corriente estética; pero el carácter sintetizador y repetitivo que asumieron sus comunicaciones visuales provocó, por primera vez, la aparición de un fenómeno publicitario y comercial nuevo: el de la "imagen visual de marca". Determinados nombres comerciales quedaban claramente asociados, ahora, con una determinada tipografía, un determinado personaje o una determinada guarda, mientras se simplificaban los antiguos y primeros logotipos (representaciones gráficas normalizadas de nombres comerciales).
En la década del cuarenta, ya extinguidos los últimos estallidos imaginativos del Art-Déco, se abandona todo tono eufórico en la gráfica publicitaria, y comienza un período invadido por lo que dio en llamarse "ilustración publicitaria".
La influencia de la publicidad norteamericana, conjugada tal vez con el tono apagado impuesto en diarios y revistas por los tiempos de guerra, convierte a la generalidad de las apelaciones promocionales en formulaciones didácticas, adornadas con particulares dibujos a pluma. Se trata de ilustraciones de intención realista, sin preciosismo alguno y con cierto "dejo" profesional manifestado a través de un deliberado descuido.
EJEMPLOS:
PUBLICIDADES 1900- 1909

PUBLICIDADES 1910 – 1919

PUBLICIDADES 1920 – 1929

PUBLICIDADES 1930 – 1939

PUBLICIDADES 1940 – 1949

PUBLICIDADES 1950 – 1959

PUBLICIDADES 1960 – 1969

PUBLICIDADES 1970 – 1979

PUBLICIDADES 1980 – 1989

PUBLICIDADES 1990 – 1999



  Autores:

 

Gazeta de Buenos Aires

La Gazeta de Buenos Ayres fue un periódico escrito en Buenos Aires, Argentina, entre 1810 y 1821 con el objetivo inicial de publicitar los actos de gobierno de la Primera Junta. Inicialmente fue redactada por Mariano Moreno con la ayuda del sacerdote Manuel Alberti, y contó también con colaboraciones de Manuel Belgrano y Juan José Castelli.
La Gazeta fue fundada el 2 de junio de 1810 por la Primera Junta de Gobierno (primer gobierno patrio de la Argentina), mediante un decreto que establecía que "el pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes". Su primer número apareció el jueves 7 de ese mes, fecha que luego fue elegida como el Día del Periodista por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba en 1938.1
La Gazeta publicaba las resoluciones oficiales, decretos y otros documentos oficiales, ofrecía noticias de actualidad tanto del extranjero como locales y contenía también los ideales del gobierno.
Su lema era la frase "Tiempos de rara felicidad,/son/ aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo", del historiador romano Cornelio Tácito.



Autores
Ronald Shakespear:

Ronald Shakespear nació en Rosario en 1941. Uno de los proyectos más audaces del diseñador argentino es el denominado Plan Visual de Buenos Aires, de escala sin antecedentes locales ni regionales. Desarrollado en 1971-72, junto con el Estudio González Ruiz fue singular por la interacción dinámica que estableció. La propuesta tipográfica, el análisis de la ecuación espacio de letra / distancia/ velocidad, la administración de planos informativos, la resolución cromática. La tecnología y el emplazamiento, hacen de este trabajo un hito regional. 

Ronald Shakespear es autor de la señalización del Subte, el Bioparque Temaikén, el Tren de la Costa y coautor de la señalización de los Hospitales Municipales (con Raúl Shakespear) entre muchos otros megaproyectos.











MIGUEL DE LORENZI (1940/2010)


Miguel De Lorenzi, nacido en Villa María en 1940, ha ingresado ya en la historia del periodismo cordobés, de la mano de “La Voz del Interior”, como actor fundamental de los sucesivos diseños y rediseños que tuvo el diario a lo largo de más de tres décadas. Uno de sus pasos inolvidables fue, naturalmente, el que realizó por los SRT, donde la señal de ajuste que devino en ícono del canal, lleva su firma.
Realizó publicaciones, en revistas dignas de ser atesoradas por la memoria de Córdoba, como “Estadio”, de Nilo Neder, y “Jerónimo”. En cine, como integrante del Grupo Piloto que dio origen a la creación de la Escuela de Cine de la UNC, amén de dirigir, junto a Guillermo López, el cortometraje “Pinito y la Estrella”, que fue aceptado en la Muestra de Cine para Televisión realizada en Cannes en 1964. En 1973, se perfeccionó en arte y escenografía en el Centro Experimental de Televisión de la RAI, en Florencia. Y, además, disponía de tiempo para el diseño de maquetas de libros para editoriales cordobesas y nacionales.
Una de sus facetas menos conocidas es la de Artista Plástico, ilustrando, desde el hiperrealismo y el pop art los paisajes más conocidos de Córdoba.

fue diseñador dibujante arista infografista ilustrador  de lorenzi  llego a cordoba desde villa maria a comienzos de la decada de 1660 para estudiar arquitectura despues de iniciarse en una agencia de publicidad se sumo a los servicios de radio telefivion de la unc como escenografo y diseñador entre 1970 y 2005 fue diseñador y jefe de  arte en la voz del interior donde aun colaboraba cacholito  se fue para siempre pero su genio trascenderá en el tiempo.


 Muestra antología de Miguel De Lorenzi




Por estos muertos, nuestros muertos
Pido castigo.
Para los que de sangre salpicaron la patria,
Pido castigo.
Para el verdugo que mandó esta muerte,
Pido castigo,
Para el traidor que ascendió sobre el crimen
Pido castigo.
Para el que dio la orden de agonía,
Pido castigo.
Para los que defendieron este crimen,
Pido castigo.
No quiero que me den la mano
Empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.
No los quiero de embajadores,
Tampoco en su casa tranquilos,
Los quiero ver juzgados,
En esta plaza, en este sitio.
Quiero castigo.
Fragmento del poema “Pido Castigo” de Pablo Neruda.


RUBEN FONTANA 1992

Diseñador gráfico, tipógrafo, docente e investigador, la trayectoria de Rubén es un claro exponente de un trabajo basado en una amplia cultura visual y en un conocimiento profundo acerca de la naturaleza de las formas tipográficas. 

Su trabajo gráfico figura, entre otras, en la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Organizó tipoGráfica buenosAires encuentro de diseño y tipografía y la Bienal Letras Latinas 2004 y 2006. Es ganador de premios internacionales por sus diseños tipográficos. 

Tipografía Fontana: Diseñada originalmente entre 1994 y 1995 como rasgo identitario para la revista tipoGráfica, tuvo una segunda versión corregida en el año 2001. Actualmente se está rediseñando para optimizar su forma y rendimiento.









REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA: Taborda, F. (2008). Latin American Graphic Design. Italia: Editorial Taschen. GmbH